¿Es lo mismo kW que kWh? ¿Cuál de estos dos conceptos es más importante para poder leer y calcular nuestra factura de la luz de forma correcta? Y sobre todo, ¿cómo afectan al precio que pagaremos a final de mes?
En los últimos meses todos nos hemos vuelto unos pequeños expertos en facturas de luz, y es que la escalada de precios a la que hemos estado expuestos ha requerido que todos los españoles prestemos especial atención a lo que ocurre en nuestro contador.
¿Qué es un kW?
Empecemos por lo más básico: ¿Qué es un kW?
Se trata de una unidad de medida que vendría a definir la cantidad de potencia de luz que una instalación es capaz de soportar.
¿Y a cuánto equivale un kW? Pues tal y como nos indica la nomenclatura (kilo + vatio), un kW sería equivalente a 1.000 vatios de potencia.
Si echas un ojo a tu factura de la luz, te darás cuenta de que la potencia contratada de tu instalación está expresada en kW, y seguramente oscile entre los 2 y 7 kW. La cantidad de potencia contratada responderá a tus necesidades, la cantidad de aparatos electrónicos que utilizas, el tamaño de tu casa y la cantidad de miembros que cohabitan en un mismo hogar.
¿Qué es el kWh?
Ahora que ya tenemos claro qué es un kW, vamos a por el siguiente concepto: los kWh. Tal y como te habrás dado cuenta, en este caso se ‘añade’ una hache a la nomenclatura para expresar que nos estamos refiriendo a los kilovatios/hora.
Es decir, al contrario que en el caso anterior, que se trataba de una medida de potencia en un momento puntual en concreto, el kWh es una unidad empleada para calcular el gasto energético en un periodo de tiempo determinado, concretamente, en una hora.
De esta forma, el kWh nos indica cuánta energía hemos gastado en una hora, y eso se puede extrapolar al gasto diario o mensual, en el caso de nuestra factura de la luz. Entonces, el gasto global de kWh de nuestro consumo corresponde a la suma del gasto individual de todos los aparatos que usamos en nuestro hogar a lo largo del mes.
¿Cómo se miden los kWh consumidos en un inmueble?
El contador de luz es el encargado de medir y registrar nuestro consumo de kWh en todo momento. A final de mes, las compañías eléctricas consultan el gasto del consumidor y emiten la factura correspondiente dependiendo del precio de la luz estipulado según el día y la hora.
El consumo total de kWh corresponde a la suma individual de los consumos de cada uno de los aparatos eléctricos que tenemos en casa: bombillas, frigorífico, televisor, lavadora, lavavajillas, etc.
Diferencia entre el kW y el kWh
La diferencia principal entre ambos conceptos es que en el primer caso, estaríamos hablando de la potencia contratada, es decir, es una unidad de medida específica para un momento puntual. En el caso de los kWh, la medida se extiende a un periodo de tiempo, en este caso, una hora.
Gracias a los kWh podemos expresar el consumo diario, mensual y anual. Por ejemplo, el consumo medio anual de un hogar español es de 3.487 kWh, según el informe de Consumos del Sector Residencial en España, lo que se traduce en un consumo medio mensual de 291 kWh por cada vivienda.
Este mismo informe nos refleja que la potencia media contratada de un hogar español se sitúa en la horquilla entre los 3,45 y los 4,6 kW.
¿Cómo afectan el kW y el kWh en la factura de la luz?
La potencia contratada, expresada en kW se acuerda por contrato con tu compañía eléctrica y es siempre la misma mes a mes, a no ser que la modifiquemos de forma expresa. El precio reflejado en la factura corresponde al término de potencia.
Si tus plomos saltan constantemente, es una pista clara de que tu potencia contratada está por debajo de tus necesidades. Si de lo contrario, enchufando todos los aparatos a máxima potencia, tus plomos no saltan, lo más seguro es que puedas bajar la potencia contratada y ahorrar un dinero a final de mes. Pues a más potencia contratada, mayor será el importe de este gasto fijo.
Por otro lado tenemos los gastos vinculados a nuestro consumo directamente. A más consumo y uso de los aparatos electrónicos, mayor será su importe. Este es el caso de los kWh, que aumentarán cuanto más demandemos a la red eléctrica.
El precio de los kWh puede estar fijado por contrato o depender directamente de las fluctuaciones del mercado. Su precio reflejado en la factura hace referencia al término de energía.
¿Cómo se calcula el término de potencia en la factura?
El término de potencia vendría a definirse por el importe directo que pagamos en nuestra factura por la potencia contratada. Este gasto es fijo, y se pagará independientemente de si hemos realizado algún consumo eléctrico o no.
Para ello, deberemos utilizar una sencilla fórmula:
(Precio Potencia 1 x Potencia Contratada en P1 + Precio Potencia 2 x Potencia contratada en P2) x días
Esto da el resultado de gastos por potencia contratada que deberemos abonar mes a mes. Sumado a esto, deberemos pagar también el gasto de kWh de nuestro consumo.
Para no gastar de más todos los meses, es importante elegir la potencia óptima para tu hogar.
¿Cómo se calcula el término de energía en la factura?
En el caso de término de energía, nos referiremos al importe en euros que deberemos pagar relativo a nuestro consumo de energía en un periodo determinado.
Desde la entrada en vigor de las tarifas 2.0 TD, el precio del kWh es distinto dependiendo del momento del día.
Teniendo en cuenta esto, las compañías energéticas calcularán el importe a pagar en función de tu consumo dependiendo del precio de la energía según el momento en el que se haya producido el consumo, y ateniéndose a los cambios del precio en el caso del mercado regulado, y al precio acordado por contrato en el caso del mercado libre.
Consumo de kilovatios/ hora (kWh) y el precio de la luz ¿Qué es más importante?
Tanto el consumo que llevamos a cabo (kWh) como el precio de la luz son dos factores importantes a tener en cuenta para disminuir el importe de nuestra factura a final de mes.
El precio de la luz afecta directamente el precio que pagaremos a final de mes, aunque no es algo que podamos controlar.
Lo que sí podemos controlar es el momento del día en el que realizamos el mayor consumo eléctrico, pues los precios son distintos según si se realizan en el periodo del día valle, punta o llano, siendo la franja de 00:00 h a 08:00 h y los fines de semana los momentos más económicos para el consumo de electricidad.
¿Cómo puedo ahorrar en los precios de los kW y kWh?
Con una de las facturas más caras de la historia, cualquier consejo que nos pueda ayudar a ahorrar en el importe que paguemos a final de mes será más que bienvenido. Aquí van nuestros mejores tips:
- Tener en cuenta la discriminación horaria: con la nueva tarifa 2.0 TD, las tarifas para potencias contratadas hasta 10 kW se rigen por dos tramos para potencia (P1 y P2-P3) y tres tramos para el término de energía (P1, P2 y P3). Organizarnos para concentrar nuestro mayor consumo en las horas menos caras es una buena estrategia para ahorrar en nuestra factura de luz.
- Ser más eficiente en nuestro consumo: poner la lavadora o el lavavajillas a una temperatura más baja, utilizar programas cortos, cambiar las bombillas por modelos de bajo consumo y apagar cualquier aparato que pueda estar en ‘stand by’ como el televisor, son pequeñas acciones que podemos llevar a cabo para ser más eficientes en nuestro consumo.